A continuación les compartiremos un caso que nos llegó. Le pondremos Toño.
Toño era un joven de 20 años de edad, de apariencia agradable, bien vestido. Fue un niño que no conoció a su padre, ya que abandonó a la familia cuando Toño era pequeño. Fue hijo único, criado por su mamá y abuelos. Toño fue violado a los 12 años. Pasaba mucho tiempo en las calles con sus amigos de la escuela. Fue educado bajo la religión de la familia. Asistía a la iglesia una o dos veces a la semana.
Ahora veremos algunas de las cosas que le sucedieron a Toño, siendo muy joven:
- alcoholismo
- drogadicción
- violación sexual
- prostitución
- música que daña el espirtú
- robo
- mentiras
- brujería (buscó soluciones)
- religiones (buscó consuelo y paz en su religión y luego en otras)
- televisión
- agresión
- padre soltero (tuvo un hijo y lo abandonó)
Toño llegó a todo esto antes de los 20 años de edad. Despúes tuvo una vida aun peor, la cual es mejor no describir.
Análisis del Caso
¿Por qué Toño se perdió?
- ¿Recibió ayuda de la escuela? No, era un niño problema. Los maestros lo rechazaron.
- ¿Recibió ayuda de su familia? No, realmente la madre nunca se responsabilizó de él.
- ¿Recibió ayuda de la iglesia? No, nunca pudo encontrar direccíon y mucho menos conocimiento sobre Nuestro Creador.
¿Piensa usted que se salvó? No, no logró salvarse. Entonces, ¿qué hizo la psicóloga? Recordemos que cada ser humano es libre de elegir su estilo de vida. Toño logró distinguir entre dos caminos y optó por el camino del mal. No tenía ningún propósito de cambiar.
¿Qué podemos hacer para no tener un Toño/a en la familia?
Enseñar a mi hijo con mi propio buen ejemplo, siendo buena persona. ¿Cómo puedo ser una buena persona? ¿En qué me baso? ¿En mi propio criterio? Eso no funciona. Probablemente yo pienso que soy buena persona, pero otros no piensan lo mismo de mí. Entonces necesito tener un guía y el único guía que puedo encontrar es Nuestro Creador. Una vez que usted decida seguir a Nuestro Crador, entonces tendrá la responsibilidad de estudiarlo, investigar y analizar. Eso es más importante que memorizar. Aprender todo lo posible para enseñar a su hijo, no solo de palabra sin o através de sus propias acciones. ¿Usted cree que Toño sabía eso? ¿Cómo es posible? ¿Acaso no asistía a una iglesia de manera regular? Entonces, ¿qué aprendió en su iglesia? ¿Está usted enseñando a su hijo a ser buen hombre, buen esposo, buen padre? Si usted está cumpliendo con su papel de padre, esposo, hijo, hermano, etc., entonces es más facil enseñar a su hijo.
Poner mi fé en Nuestro Padre, no en la religión, no en personas. Necesito enseñar a mi hijo a tener una relación directa con él. Es el mejor amigo. Su linea de teléfono nunca está ocupada. Siempre me responde. He tenido casos de pacientes que insisten en depender del psicólogo y se niegan a depender de Nuestro Padre. Ahí están buscando al psicólogo cada vez que tienen una crisis.
¿Necesito ganarme el corazón de mi hijo? ¿Cómo me gano a mi hijo? Está de moda una frase que dice, “Lo importante no es la cantidad de tiempo sino la cantidad.” ¿Qué quiere decir esto? Que no importa si los padres están 10 ó 15 minutos con su hijo. Lo que importa es la actitud, paciencia y amor. Con eso es suficiente. Dicha frase dice, “No importa cuánto tiempo le dediques, sino la calidad de tu trato.” Entonces, Yo Mamá, me puedo ir a trabajar que al cabo con 10-15 minutos que le dedique a mi hijo será suficiente. ¿Oh? Sólo trabajaré medio turno, para estar con mi hijo. Pero, la realidad es otra, porque necesitarás el resto del día para lavar, cocinar, planchar, vida social, T.V., etc. Otra cosa, después de un día difícil de trabajo, realmente ¿tendré la paciencia y energía para darle “calidad” a mi hijo? ¿Estaré presente en el momento en que mi niño tenga una duda, una preguanta, o simplemente que desee platicarme algo? ¡Oh! ¿será otra persona la que reciba la confianza y el amor de mi hijo, mientras yo trabajo?
Hacemos muchas cosas que forman parte de nuestra cultura. Así lo hicieron mis padres, mis abuelos, etc. Lo defendemos, a veces hasta que nos enojamos. Nos negamos a aceptar cambios. Yo me pregunto, “¿También es parte de nuestra cultura que la mujer trabaje ayudando en el gasto familiar y que deje la responsabilidad de atender a sus hijos?” ¿Eso hicieron nuestras abuelas?
Con mucha frecuencia hacemos cambios en nuestra vida. Cambiamos la forma de maquillarnos y de peinarnos. A veces cambiamos de religión. Queremos que el niño cambie, que sea a nuestro agrado. Hay otros que cambian de pareja. Pero, en las cosas más importantes no negamos a cambiar.
No olvides esto: “Si yo tengo el corazón de mi hijo, él compartirá todo conmigo y no con amigos.” Por ejemplo, ¿recuerdas cuándo tuviste tu primer novio/a? ¿A qué persona le diste primero la noticia? ¿A tus padres? ¿Porqué los papás siempre son los últimos en enterarse?
Debo demostrar mis sentimientos a mi hijo. A veces nos negamos a acercamos a otro porque nos da vergüenza o temor, a veces porque no aprendimos a expresar nuestro afecto o amor. ¿Cómo demuestras tu amor a tu hijo? ¿A tu pareja? No es lo mismo preparar la comida favorita para el esposo, lavar su ropa, plancharla, etc. que darle un beso y un abrazo frente a los hijos o en privado. ¿Cómo le demuestras el amor a tu hijo? ¿comprándole juguetes, buena ropa, escuela privada, …? ¿Lo abrazas? ¿Lo acaricias? ¿Le dices palabras dulces?
Por experiencia personal, yo me recuerdo como era cuando conocí a mi esposo. Me sentía muy feliz y orgullosa de ser su novia, pero me sentía muy incómoda cuando me abrazaba frente a familiares, o me decía palabras dulces y cariñosas. Enseñemos a nuestros hijos a expresar sus sentimientos. Demostrémosles cómo hacerlo. No hay nada más hermoso que el sentir ser amado y amar.